«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


10 de febrero de 2016

EL PAPA FRANCISCO EN LA CATEQUESIS: EL JUBILEO BÍBLICO DESEABA UNA TIERRA SIN POBRES

(RV).- Con la lectura de un pasaje del Antiguo Testamento, tomado del libro del Levítico (25, 9 b -10.12 a) que alude al día de la expiación para santificar el quincuagésimo año, y proclamar una liberación para todos los habitantes del país, el Papa Francisco reflexionó en su catequesis sobre el sobre el sentido bíblico del Jubileo.
En efecto, hablando en italiano, el Obispo de Roma recordó que cada cincuenta años, en “el día de la expiación” (Lv 25,9), cuando todo el pueblo invocaba la misericordia del Señor con un fuerte toque de trompeta, se anunciaba este gran evento de liberación, puesto que también permitía recobrar las propiedades y regresar a sus familias, lo que representaba – dijo – una especie de “condono general”, mediante el cual se permitía a todo el Pueblo de Dios regresar a la situación originaria, con la cancelación de toda deuda, la devolución de la tierra y la posibilidad de gozar nuevamente de su propia libertad.
El Santo Padre se refirió a este pueblo santo en el que la prescripción del jubileo servía para combatir la pobreza y la desigualdad, garantizando una vida digna para todos con una distribución ecuánime de la tierra en la que vivir. Y explicó, tal como afirma el libro del Génesis, que la idea central es que la tierra pertenece originariamente a Dios y ha sido encomendada a los hombres, de modo que nadie puede atribuirse su posesión exclusiva, creando situaciones de desigualdad.
Con el jubileo – dijo también el Papa – quien era pobre volvía a tener lo necesario para vivir y quien era rico devolvía al pobre lo que le había tomado, puesto que su finalidad era lograr una sociedad basada en la igualdad y la solidaridad, donde la libertad, la tierra y el dinero volvían a convertirse en un bien para todos y no sólo para unos pocos.
El mensaje bíblico es muy claro – afirmó el Papa Francisco al concluir su catequesis –. Abrirse con coraje a la participación entre conciudadanos, familias, pueblos y continentes. Y añadió que contribuir a realizar una tierra sin pobres, quiere decir construir una sociedad sin discriminaciones, basada en la solidaridad que lleva a compartir lo que se posee, mediante una distribución de los recursos fundada en la fraternidad y en la justicia.
(María Fernanda Bernasconi - RV).

No hay comentarios:

Publicar un comentario