«Es además urgentísimo que se renueve en todos, sacerdotes, religiosos y laicos, la conciencia de la absoluta necesidad de la pastoral familiar como parte integrante de la pastoral de la Iglesia, Madre y Maestra. Repito con convencimiento la llamada contenida en la Familiaris consortio: “...cada Iglesia local y, en concreto, cada comunidad parroquial debe tomar una conciencia más viva de la gracia y de la responsabilidad que recibe del Señor, en orden a la promoción de la pastoral familiar. Los planes de pastoral orgánica, a cualquier nivel, no deben prescindir nunca de tomar en consideración la pastoral de la familia” (n. 70).


9 de febrero de 2017

HOMILÍA DEL PAPA EN SANTA MARTA: SIN LA MUJER NO HABRÍA ARMONÍA EN EL MUNDO


(RV).-  «Explotar a una mujer es destruir la armonía que Dios ha querido dar al mundo», señaló el Papa Francisco, en su homilía en la Misa matutina, en la Casa de Santa Marta. Con la Palabra de Dios, del jueves de la V semana del Tiempo Ordinario, el Papa prosiguió sus reflexiones sobre la Creación y las lecturas del Libro del Génesis.
Sin la mujer no hay armonía
El Señor había plasmado todos los animales, pero el hombre no encontraba en ellos una compañía adecuada, «estaba solo». Entonces el Señor le sacó una costilla y formó a la mujer, que el hombre reconoció como carne de su carne. «Pero, antes de verla, la había soñado», «para comprender a una mujer, antes hay que soñarla», dijo el Santo Padre e hizo hincapié en la riqueza de la armonía que la mujer aporta a la Creación:
«Cuando falta la mujer, falta la armonía. Solemos decir, hablando, ‘ésta es una sociedad con una marcada actitud masculina ¿no? Falta la mujer. ‘Sí, sí: la mujer está para lavar los platos, para hacer…’ No, no, no: la mujer está para traer armonía. Sin la mujer no hay armonía. No son iguales, no son uno superior al otro: no. Sólo que el hombre no trae armonía: es ella. Es ella la que trae esa armonía que nos enseña a acariciar, a amar con ternura y que hace del mundo una cosa bella».
Explotar a las personas es un crimen de lesa humanidad, explotar a una mujer es más: es destruir la armonía
Con la armonía, la mujer trae la capacidad de enamorarse, dijo también el Papa, contando que en una audiencia, mientras saludaba a la gente, le preguntó a una pareja que celebraba 60 años de matrimonio, quién de los dos había tenido más paciencia:
«Y ellos me miraban, se miraban a los ojos, nunca olvidaré esos ojos. Luego volvieron y me dijeron, los dos juntos: ‘estamos enamorados’. Después de 60 años, esto significa una sola carne. Y esto es lo que trae la mujer: la capacidad de enamorarse. La armonía al mundo. Tantas veces, oímos: ‘No, es necesario que en esta sociedad, en esta institución, que aquí haya una mujer para que haga esto, haga estas cosas…’ No, no, no, no: la funcionalidad no es el objetivo de la mujer. Es verdad que la mujer tiene que hacer cosas, y hace – como todos hacemos – cosas. El objetivo de la mujer es brindar la armonía y sin la mujer no hay armonía en el mundo. Explotar a las personas es un crimen de lesa humanidad, es verdad. Pero explotar a una mujer es más: es destruir la armonía que Dios ha querido dar al mundo. Es destruir».
Con el Evangelio de Marcos (7,24-30), que habla de la mujer fenicia de Siria, y de su valentía como madre, pidiendo al Señor por su hija, el Papa dijo que le gusta pensar que Dios creó a la mujer para que todos tuviéramos una madre:
«Éste es el gran don de Dios: nos ha dado a la mujer. Y, en el Evangelio, escuchamos de qué es capaz una mujer ¿eh?: es valiente, esa ¿eh? Ha ido adelante con valentía. Pero es más, es más: la mujer es la armonía, es la poesía, es la belleza. Sin ella el mundo no sería tan bello, no sería armonioso. Y me gusta pensar – pero es algo personal – que Dios ha creado a la mujer para que todos nosotros tuviéramos una madre».
(CdM – RV)



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